Puede parecer raro en época de lluvias y frío ver de pronto a una mujer abrir ventanas o utilizar un abanico como si estuviera en pleno mes de agosto. Pero este gesto muchas mujeres lo conocen a la perfección.
La menopausia es un proceso natural y fisiológico por el que vamos a pasar todas las mujeres. Se trata de un proceso de cambio que cada mujer afrontará de manera muy personal, y aunque pueden presentarse episodios molestos como sofocos, sudores nocturnos, reglas abundantes o irregulares, migrañas, dolor al tener relaciones sexuales, y otros que afecten a nivel anímico y emotivo, es importante que estemos informadas y preparadas antes de tener los primeros signos.
La menopausia se sitúa entre los 45 y 55 años, en algunos casos se habla de menopausia prematura si se presenta entre 35 y 44 años y, en otros casos, se siguen experimentando algunos cambios hasta los 60 años.
La bajada de estrógenos puede causar cambios en nuestra piel, cabello y mucosas; se verán afectados procesos como la formación de colágeno y calcio; pueden aparecer manchas, aumento de peso, sequedad de tejidos y variaciones en los niveles de colesterol, alteraciones en tiroides y cambios en el pH, entre otros. Asimismo, se pueden significar cambios en la emotividad, autoestima, concentración, disminución de la libido, palpitaciones, insomnio…
Pero lo que debemos saber es que este cambio no afectará a todas las mujeres del mismo modo. Para algunas será una verdadera revolución y desajuste, mientras otras no sentirán molestia alguna o serán leves. Nuestra actitud y saber cómo enfrentarnos a este nuevo cambio es fundamental. Hoy día disponemos de más información y, además, en nuestra farmacia de confianza nos pueden ayudar y orientar de la mejor manera remitiéndonos al especialista en los casos necesarios.
Por otro lado, socialmente, en torno a la menopausia hay infinidad de mitos y creencias culturales, que en muchos casos no solo no han ayudado, sino que han sumado de manera negativa hacia la mujer. Por suerte nuestra cultura está cambiando y, a pesar de que todavía hay mujeres para las que este tema es tabú, disponemos de más conocimiento, avances y profesionales que nos facilitarán este cambio hormonal.
Lo primero que debemos saber es que se trata de un proceso normal, que no es una enfermedad que tengamos que tratar, pero sí vamos a tener que ayudar a nuestro cuerpo a mantenerse óptimamente saludable.
Debes visitar al especialista de manera periódica, quien recomendará el tratamiento idóneo a tu sintomatología, según los resultados de una analítica, y pautará las revisiones de mama, útero y suelo pélvico.
Vigilar el colesterol y el azúcar es vital, ya que en este periodo hay más riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes. Es muy importante tomar alimentos adecuados que ayuden a nuestro cuerpo, que va a sufrir un descenso en el metabolismo y otras alteraciones, y ahora más que nunca debemos evitar sustancias como el alcohol, tabaco y exceso de hidratos de carbono.
Los fitoestrógenos, como los lignanos e isoflavonas, que se encuentran en algunos alimentos (aceitunas, avena, semillas de girasol, brócoli, semillas de lino, soja, ciruelas, calabaza, patatas…), tienen una ligera actividad estrogénica y propiedades antioxidantes muy importantes para mantener a raya los radicales libres y evitar el envejecimiento prematuro.
Beber mucha agua, caminar o prácticas como el yoga o mindfulness, pueden beneficiarnos también en procesos de nerviosismo, insomnio y cansancio mentEl ejercicio físico en general nos ayudará a aumentar nuestra masa ósea y, en algunos casos, los suplementos de calcio pueden prevenir la temida osteoporosis. Es importante además tomar el sol de forma moderada y en las horas adecuadas para obtener vitamina D.
No olvidemos la fitoterapia, que nos puede ayudar en distintos síntomas, como sofocos, apetito, ansiedad, estreñimiento, inflamación, dolor, retención de líquidos… Consulta con tu farmacéutico, ya que las plantas medicinales pueden interaccionar con algunos medicamentos.
Con la disminución de estrógenos algunas mujeres también pueden experimentar cambios en la respuesta sexual, pero eso no significa que pueda ser causa de patología. Si tienes dudas consulta con tu especialista. En la farmacia, además, te aconsejarán en casos de sequedad vaginal y además te darán información especializada sobre el cuidado de tu piel, ya que el colágeno y la elastina disminuyen.